10.30.2007

Coloreando El Primate

Quizá a veces
pintar el mono,
rallar la papa,
peinar la muñeca,
hacer el loco
y demases
está permitido...
El presunto problema
es ubicarse un poco:
no pintar mucho el mono,
ni rallar la papa,
ni peinar la muñeca,
ni hacer el loco
en todo lugar u hora.
Mas, qué sentido tendría
hacerlo en lugares
y situaciones
dispuestas a ello.
Ninguno.
Continúo:
pinto el mono,
rallo la papa,
peino la muñeca,
y hago el loco
cuando quiera,
como sea,
donde sea.

10.24.2007

Se Me Arrancan Los Momentos

Ahora no hay nada. También hay todo
¿Cúal se escoge?
Escoge y luego no te arrepientas que
los momentos se te van a arrancar y los vas a desear de vuelta.
No podrás porque ya se te habrán arrancado.
Elige bien, aunque sin pensar demasiado;
no te quedes esperando una señal,
no la hay.
Si la hay y no la sabrás reconocer,
yo me reiré.
Querrás de nuevo la señal y ya se te habrá arrancado
como cada momento.

10.18.2007

Misteriosa De La Micro

Por la cresta que hacía calor ese día.
Alguien se subió a la micro, no importaba quien. Otro alguien subía y otro y otro y otro... Todos iguales, sin nada especial.
En ese tiempo las micros eran amarillas y la 204 tenía letrero morado.
Subió alguien, alguien importante -pero que sólo yo sé que es importante, porque soy el narrador-. Era una muchacha con morral y polera con una W. Él y su compañero iban sentados atrás, sin embargo fue ella quien se sentó al final de la micro, lo suficientemente cerca como para más tarde decir.. 'Te escuché escuchar', era un buen tema. Ellos cantaban adelante y ella tarareaba, como sin quererlo, mientras miraba por la ventanilla.
Como en ese momento no importaba, cuando la chica subió y avanzó hacia el final, sólo se miraron sin preocupaciones y siguieron sus respectivos caminos. Siguieron sin dar cuenta de la chispa que salió de aquella mirada, emanada como cuando dos personas se logran reconocer entre la multitud, la chispa que decía que se volverían a ver. Pero que ninguno entendió, él pensaba quién sería la loca misteriosa de la micro.
Hoy, también, por la cresta que hizo calor.
Quién iba a pensar que subirían juntos a la micro.
Quién iba a pensar que reirían al unísono.
Quién iba a pensar que caminarían al mismo paso.
Quién iba a pensar, si sólo era la loca misteriosa de la micro.



  • Un día dijiste que nunca te había escrito nada y yo te dije que algún día te escribiría algo. Bueno, esto es pa tí Rengo. Que sea el comienzo de una montonera de recuerdos de momentos, de lugares, de vida y amistad juntos.
No quería estar encerrado. Salió a caminar.

10.17.2007

Ilusa

Recorrí cada uno de los lugares que solíamos visitar.
Cada rincón, cada banquito, cada vereda, cada esquina,
cada plaza, cada árbol, cada calle.
Así como esperándote. Con la ilusa idea de que quizás
tú también visitarías aquellos lugares hoy.
Así como buscándote. Con la esperanza cayendo entre
mis dedos como agua.
Los recorrí y, sinceramente, ya no los veo igual. Ya de
asombroso no tienen nada., es que es muy distinto
caminar sola que a tu lado. Claramente, quisiera volver
una y otra vez a cualquier lugar (siempre encontraría algo nuevo)
contigo, y te buscaba y te buscaba y te buscaba y te buscaba
y te esperaba y te esperaba y te esperaba y te esperaba.
Hasta que tuve que decir ' me fumo el último cigarro y vuelvo
a mi casa'.
Así fué, se extinguió el cilindro nicotinoso, suspiré, miré al cielo,
dí la última mirada (por si aparecías de improviso), suspiré,
miré el suelo y caminé de vuelta a casa.

10.09.2007

Pero No Sola

Simplemente quería caminar, saltar, llorar, reír,
cantar, leer, escribir, mirar, observar, dormir,
despertar, jugar, comer, correr, soñar, dibujar.
Todo lo que las personas hacen y no hacen. Todo,
pero no sola. Pero no sola. Pero no sola. Pero no sola.
Quería todo tipo de simplezas. Pero no sola, junto a tí.

10.05.2007

XCVIII

Yo quería cien cosas...
Ahora sólo quiero 98..
Porque tengo una Guitarra
y un Poema.

10.03.2007

Me duele la cabeza.
Me duele la cabeza.
La cabeza me duele.
La cabeza me duele.

10.02.2007

Déjame Adivinar


Nora caminaba mirando el cielo, más de una vez en el día tropezaba, pero no importa.
Lukas, caminaba con los pies en la tierra. Casi nunca tropezaba. Caminaba de manera perfecta., si se aproximaba alguien, lo esquivaba. Si la vereda estaba rota, aunque diera un salto mortal, la pasaba sin que sus pies le fallaran.
Nora siempre chocaba con la gente apurada, estaba acostumbrada a reir y decir tímidamente 'discúlpeme...' y seguir caminando tal cual había comenzado.. mirando el cielo y relajadamente.
El día sábado Lukas caminaba rápidamente hacia el sur. Nora, hacia el norte. Ese día las nubes repletaban el cielo y no se veía nada especial, por eso Nora observaba los árboles mientras avanzaba.
Por primera vez su caminar perfecto falló.. Lukas chocó bruscamente con Nora. Ella rápidamente dijo 'Disculpa, es que estaba mirando...'
-No, fue mi culpa, perdóname tú a mí.- Poniéndose un poco nervioso.
-Oh, está bien... ¿viste que hermosas están las hojas de este árbol?
-'Sí, es decir, nunca las había visto. Pero ahora que lo dices...- Por primera vez mientras caminaba observaba los árboles y por primera vez chocaba con alguien y por primera vez vio a aquella muchacha.
- Vas con prisa- afirmó Nora, que ya no miraba el árbol. Miraba ahora directamente a los ojos de Lukas.
-No.
-Entonces, por qué caminabas tan rápido
-No lo sé- respondió mientras deseaba que la chica dejara de observarlo. No por antipatía, sino que porque estaba un poco incómodo.
-Bueno, supongo que hay que seguir caminando. Nos vemos luego.
-¿Nos vemos luego?- como sin entender.
-Sí.
-¿Dónde?
-No lo sé.
- ¿Y cómo puedes estar tan segura? Nisiquiera sabes mi nombre...
- Uhm... Te llamas Juan?
-No.
- ¿Alberto?
-No. Basta no me parece gracioso...
-Quiero adivinar, además, no estás apurado, ni yo tampoco... ¿Pedro?
-Pero...
-¡Tienes cara de Lukas!- gritó riendo Nora.
-¿Cómo supiste?
- Sólo lo supe... Nos vemos luego...
Lukas la tomó del brazo antes que comenzara a caminar nuevamente.
-¿Cómo puedes estar tan segura?- preguntó como temiendo no verla nunca más.
-¿Deseas volver a verme?
-Sí.
- ¿Entonces cómo no estás seguro de que mañana no pasarás por aquí mismo, a la misma hora, en la misma dirección, esperando que yo también camine mañana a esta misma hora, por este mismo lugar?
-Sí, estoy seguro de aquello...
-No preguntes más
-Pero, ¿cuál es tu nombre?
Nora ya había continuado su caminar mirando los árboles. Ahora se turnaba, había despejado, a momentos observaba el cielo y a ratos los árboles. Pensaba en Lukas.
Él caminaba de vuelta a su casa, ya había olvidado hacia dónde y por qué iba, ahora sólo pensaba en la extraña niña. Casi deseaba adelantar el tiempo hasta el día domingo a la misma hora y el mismo lugar.-