Y quizá nos hacemos viejos. Viejos, pero no adultos, porque ¿quién querría ser uno?. Entonces el tiempo pasa, nos mira, se rie, y continúa; y nosotros ahí, como siempre. Y es en ese preciso momento cuando tenemos aquel tipo de conversaciones que añoramos de manera tal. Esas conversaciones que el tiempo estiró y nos volvió a entregar.
Y qué hacemos aquí una vez más con palabras en los labios y otras tantas en el alma. Y qué hacemos aquí esperando que el tiempo no pase, si bien sabemos que tu tiempo y el mio se agota y que tu tiempo no es mi tiempo. Y vuelvo a pensar que no sé que demonios quiero. Nuestros tiempos quizá vuelvan a coincidir.
Y es el tiempo quien me asusta, porque aunque lo digas y te suene tan convincente, el tiempo si avanza aunque tratemos de detenerlo y no me quiero retrasar y no me quiero arrepentir.
Y el mismo tiempo fue que nos juntó, pero ¿para vivir o revivir?
1 comentario:
El tiempo...el tiempo...si nos sentaramos a ver el tiempo pasar...sabriamos q hacer y kisas como hacerlo
El tiempo...
Besos...
Publicar un comentario